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Vimi Vera
El mirador de Göreme (también conocido como Sunset Point Göreme o Goreme Viewpoint) es uno de los lugares más emblemáticos de Capadocia, ideal para ver los globos aerostáticos al amanecer y los atardeceres sobre los valles.
Göreme, una pequeña ciudad situada en la región de Capadocia en Turquía, es famosa por sus peculiares formaciones rocosas, ciudades subterráneas y casas e iglesias talladas en roca. El mirador se encuentra en una posición elevada en las afueras de Göreme, y es fácilmente accesible a pie, en coche o en bicicleta desde el centro de la ciudad de Göreme. Aunque el camino hacia el mirador es empinado, las vistas panorámicas inigualables recompensan el esfuerzo
Desde este punto estratégico, los visitantes pueden disfrutar de una vista de 360 grados de todo el valle de Göreme. Las icónicas «chimeneas de hadas» de Capadocia, con sus puntiagudas cúspides y cuerpos bulbosos, se extienden hasta donde alcanza la vista. Al amanecer , el cielo se llena de globos aerostáticos, ofreciendo un espectáculo que parece sacado de un cuento de hadas.
En el mirador de Göreme hay dos momentos del día que son especialmente mágicos. Al amanecer, el mirador te regala una vista impresionante de los globos aerostáticos flotando sobre el paisaje. La luz dorada del amanecer baña las rocas y los valles, creando una escena encantadora que parece sacada de un sueño. Ver el cielo lleno de globos mientras el sol empieza a iluminar la tierra es una experiencia que no olvidarás.
Por otro lado, el atardecer en el mirador es igualmente mágico. Cuando el sol comienza a ponerse, las rocas adquieren un tono anaranjado y rojizo, creando un contraste espectacular con el cielo, que puede ser azul o púrpura. Este juego de colores transforma el paisaje en una vista impresionante, perfecta para tomar fotos y disfrutar del momento.
Está justo encima del pueblo de Göreme, a pocos minutos a pie desde el centro. Puedes seguir las señales hacia “Sunset Point” o preguntar en tu hotel.Mirador de Göreme
En algunos casos se cobra una entrada simbólica (alrededor de 1-2 €), pero muchas veces el acceso es libre, especialmente al amanecer.
Ambos son espectaculares. Al amanecer puedes ver los globos despegando, y al atardecer las vistas del Valle Rojo y el Valle de las Rosas son impresionantes.
Sí, es uno de los mejores puntos para ver los globos volando sobre Göreme, especialmente entre abril y octubre cuando hay más vuelos diarios.
Entre 10 y 15 minutos caminando tranquilamente desde la plaza principal. El camino está en pendiente pero es corto.
Es una subida sencilla. El camino tiene algo de pendiente y piedra suelta, pero se puede hacer sin problema si llevas calzado adecuado.
Hay señalización básica, pero no está iluminado. Si subes antes del amanecer o después del anochecer, lleva linterna o la luz del móvil.
Se puede subir en coche o moto por un camino de tierra hasta cerca de la cima, pero muchos prefieren hacerlo caminando por la experiencia.
Hay bancos rústicos y, a veces, un pequeño café que abre en temporada alta. Muchos viajeros llevan algo para desayunar mientras ven los globos.
Sí, desde el mirador se aprecian vistas amplias de Göreme, las chimeneas de hadas, y al fondo los Valles del Amor, de las Rosas y el Rojo.
Sí, Göreme es muy seguro. Aun así, si vas solo en la oscuridad, es mejor avisar a alguien o subir en grupo por precaución y orientación.
A veces hay fotógrafos locales y parejas haciendo sesiones. También puedes encontrar vendedores de café, té o snacks en temporada alta.
Calzado cómodo, chaqueta o abrigo en las mañanas (incluso en verano), y gafas de sol si subes por la tarde. También agua si vas a quedarte un rato.
Sí, el mirador está abierto todo el año. En invierno puedes verlo cubierto de nieve, y en verano disfrutar de cielos despejados.
Sí, otros puntos populares son el mirador de Uçhisar, Love Valley Viewpoint y el Red Valley Viewpoint. Todos ofrecen perspectivas distintas.
Göreme es el alma de Capadocia: un lugar que parece esculpido por el tiempo… y por la imaginación.
La primera vez que lo vi, me costó creer que fuera real. Casas excavadas en roca, chimeneas de hadas, iglesias talladas en cuevas y paisajes que cambian de color según la hora del día. Göreme no es solo un lugar para visitar, es un sitio para vivir con todos los sentidos.
Desde aquí parten los globos al amanecer, los senderos hacia los valles más impresionantes, y también las historias que hablan de siglos de cultura y espiritualidad. Es el punto de partida ideal para explorar Capadocia, con opciones para todos los viajeros: aventura, historia, relax o fotografía.
Göreme es el corazón de la experiencia capadocia. Y cuando estés allí, lo vas a sentir.
No es difícil encontrar belleza en Capadocia. Está en cada valle, en cada roca tallada por el tiempo, en cada globo que flota al amanecer.
Pero hay lugares que, sin grandes pretensiones, te tocan de una forma distinta. Para mí, el mirador de Göreme fue uno de esos lugares.
Fui por curiosidad. Había leído que era un buen sitio para ver el paisaje, para hacer fotos, para “disfrutar de la vista”.
Pero lo que no me esperaba era que, al llegar, me iba a quedar en silencio. Que algo dentro de mí se calmaría al mirar ese horizonte tan amplio, tan inmóvil, tan lleno de historia.
El mirador es sencillo. No hay espectáculo ni decorado. Solo un banco de madera, alguna figura tallada en piedra, y frente a ti… el mundo abierto.
El Valle de Göreme como una herida hermosa en la tierra, con sus formaciones imposibles, sus chimeneas de hadas, sus colores cambiantes según la hora del día.
Me senté sin pensar. Dejé el móvil a un lado. Respiré hondo. Y durante un rato, no hice nada más que mirar.
Y no sé si fue el silencio, la brisa o la luz, pero me sentí muy presente. Muy pequeño y muy grande al mismo tiempo.
¿Te ha pasado alguna vez sentirte así? Como si ese momento, sin necesidad de palabras, te hablara directamente.
He estado en ese mismo mirador más de una vez: al amanecer, al atardecer, incluso en medio del día.
Y si tuviera que recomendarte un instante para ir, sería antes de que el sol despierte del todo.
Cuando el cielo todavía guarda algo de azul oscuro, y los globos empiezan a inflarse en la distancia.
Ese momento tiene algo especial. Porque no solo estás viendo Capadocia desde arriba… estás viendo cómo despierta. Y tú estás allí para presenciarlo.
No es un lugar para llegar con prisas. Ni para mirar sin ver. Es un sitio para regalarte tiempo. Para estar.
No vayas solo para hacer la foto. La foto no captura lo que se siente.
Ve para detenerte, respirar, pensar. O para no pensar en nada.
Llévate un café caliente, una manta si es temprano, y deja que el paisaje haga el resto.
No importa si estás solo o acompañado, si es tu primer día en Capadocia o el último: el mirador de Göreme tiene algo que te conecta con lo esencial.
¿Merece la pena visitar el mirador de Göreme? Sí. Pero no por lo que esperas ver… sino por lo que no esperas sentir.
Porque hay lugares que no están hechos para recorrer, sino para habitar. Y este, para mí, fue uno de ellos.